SAN SALVADOR (AP) — Los constantes choques entre el presidente salvadoreño Nayib Bukele y la bancada opositora de la Asamblea Legislativa parecen haber alcanzado un punto crÃtico luego de que los diputados se negaran a discutir un millonario préstamo para combatir la delincuencia y el mandatario, que habÃa amenazado con la insurrección del pueblo para restablecer el orden constitucional, fijó un ultimátum de una semana.
Bukele, que llegó a la Asamblea Legislativa como habÃa prometido, dio un emotivo discurso ante cientos de simpatizantes que estaban listos para sacar por la fuerza a los diputados. Pero después de orar en el salón azul, que se encontraba prácticamente tomado por los militares y policÃas, salió a la calle y pidió paciencia.
El mandatario dijo que el pueblo salvadoreño, sus adversarios, la comunidad internacional, la fuerza armada y la policÃa, asà como todos los poderes facticos del paÃs, saben que “si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón” y los sacamos.
“Pero yo le he preguntado a Dios y Dios me dijo, paciencia, paciencia, paciencia, el 28 de febrero (de 2021 cuando se celebren las elecciones municipales y legislativas), todos esos sinvergüenzas van a salir por la puerta de afuera”, añadió el mandatario.
Bukele dijo que según las encuestas su partido Nuevas Ideas tendrÃa mayorÃa en la nueva Asamblea Legislativa, por lo que no existe necesidad de irrumpir por la fuerza.
Para cerrar su discurso, Bukele advirtió que “si estos sinvergüenzas no lo aprueban (el préstamo para), el Plan Control Territorial, los volvemos a convocar aquà el domingo”.
Al conocer la decisión del mandatario, el analista polÃtico Julio Valdivieso, expresó su satisfacción: “Creo que reflexionó a último momento y ha dado un espacio para el entendimiento”.
Pero Valdivieso también pidió la intervención de la Corte Suprema de Justicia para definir las competencias constitucionales y evitar más choques entre los diputados y Bukele.
Amparándose en la Constitución, el Consejo de Ministros del gobierno de Bukele convocó a la Asamblea Legislativa a una reunión extraordinaria para analizar la aprobación del préstamo, pero los diputados rechazaron el llamado, declarándolo improcedente.
En respuesta Bukele invocó el artÃculo 87 de la carta magna que reconoce el derecho del pueblo a la insurrección, “para el solo objeto de restablecer el orden constitucional”, y convocó a la población a reunirse el domingo en la tarde frente al palacio legislativo.
La tensión se incrementó el sábado por la noche luego de que unos pocos diputados atendieran la convocatoria realizada por el presidente del parlamento, Mario Ponce, a una sesión extraordinaria, para tratar de aprobar el préstamo de 109 millones de dólares que Bukele considera urgente para implementar la tercera fase de su plan de seguridad.
El dinero se usarÃa para la compra de helicópteros, patrullas, uniformes, equipos de visión nocturna para los policÃas y un buque para búsqueda y rescate, al igual que un moderno sistema de videovigilancia.
“El orden constitucional aún no se ha roto, la convocatoria está vigente y la plenaria debe de realizarse el domingo a las 3 de la tarde. Si los diputados no asisten, estarÃan rompiendo el orden constitucional y el pueblo tendrá facultad de aplicar el artÃculo 87 de la Constitución”, afirmó el mandatario en Twitter.
El gobierno movilizó a la policÃa y a los militares, y desde el sábado acordonó la zona donde se ubica el palacio legislativo. Los diputados opositores han denunciado acoso cerca de sus hogares.
En pronunciamientos separados, la Fuerza Armada de El Salvador y la PolicÃa Nacional Civil reiteraron su lealtad a Bukele.
Entretanto, el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que anunció que no votarÃa a favor de la petición del gobierno, pidió al secretario general de la OEA que active los mecanismos preventivos establecidos en la Carta Democrática Interamericana para evitar el rompimiento del orden constitucional en El Salvador y “se actúe para suspender de inmediato el proceso de autogolpe actualmente en curso”.
Por su parte, el izquierdista Frente Farabundo Martà para la Liberación Nacional (FMLN), en el que alguna vez militó Bukele, emitió un comunicado en el que le exigió al mandatario “frenar sus amenazas, propias de una dictadura. Los costos polÃticos de sus acciones podrÃan ser elevados para el paÃs, pero también para él”.
La Asamblea Legislativa está integrada por 84 diputados, de los cuales Arena tiene la mayorÃa con 37 y el FMLN 23, y con ellos controlan las decisiones en ese órgano.
Arena y el FMLN se han negado a dar los votos para este préstamo, pese a que sólo serÃa el primer paso en el que únicamente se autorizarÃa al gobierno a negociarlo. Posteriormente serÃa necesaria su ratificación con un mÃnimo de 65 votos.
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