Leonel Fernández ha sido presidente 3 veces y aspira a una más / Foto: @LeonelFernandez |
Un analista político venezolano radicado en Santo Domingo le señala al diario ALnavío que aquí “estamos transitando, calcado al carbón, la ruta de liquidación por etapas de la democracia más progresista y próspera de América Latina y el Caribe”. Se refiere al modo como se liquidó a Carlos Andrés Pérez en Venezuela. De cómo las élites apoyaron a Hugo Chávez, de cómo Rafael Caldera fue comprensivo con el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 liderado por Chávez, y de cómo la venganza personal se convirtió en un arma para acabar con liderazgos, partidos, y hasta con el sistema. “Es la misma ruta”, señala la fuente. Una vía que “luego se consolidó en la liquidación de la democracia para dar pasó al chavismo”.
República Dominicana es el país del Caribe que muestra los más altos índices de crecimiento. Venezuela también los mostraba en tiempos de Carlos Andrés Pérez. Su ministro estrella, Miguel Rodríguez, todavía sostiene que si el proceso no se hubiera interrumpido, con un 10% de PIB en alza, Venezuela hoy sería una nación de primer mundo.
Pero ahora el país está en riesgo. Ha entrado en ese umbral de riesgo. La suspensión de las elecciones municipales ha sacado a la gente a la calle. Los jóvenes llevan una semana protestando. Las consignas principales van contra la pobreza y la corrupción.
En el informe sobre perspectivas de crecimiento en América Latina y el Caribe, el Fondo Monetario Internacional, FMI, comentaba en enero de 2020, “más recientemente, algunos países de la región han experimentado tensiones sociales -Bolivia, Colombia, Chile y Ecuador- lo que ha afectado la actividad económica en algunos casos”. Este comentario puede ser aplicable a la situación que se vive en República Dominicana. Y eso que el FMI preveía que el crecimiento en 2020 iba a sostenerse. Y es ese crecimiento el que ha logrado sacar a más gente de la situación de pobreza, colocándola en niveles de clase media. Pero como lo dice el Banco Mundial:
Es cierto, no hay Chávez en República Dominicana. Pero no se descarta una afinidad y hasta un entendimiento entre Leonel Fernández y Diosdado Cabello, el número 2 del chavismo en Venezuela. Cabello no ha ocultado sus simpatías con Fernández.“El continuo crecimiento, ha reducido la pobreza y la desigualdad ayudando a expandir la clase media. Sin embargo, si la República Dominicana quiere alcanzar su objetivo de convertirse en un país de altos ingresos para el 2030, debe mejorar el equilibrio fiscal, aumentar su capital humano, promover un entorno empresarial sobresaliente, gestionar de mejor manera los recursos naturales, mejorar la resistencia a los desastres y los riesgos relacionados con el clima, y aumentar la transparencia en la formulación de políticas y rendición de cuentas”.
Señala la fuente que en Venezuela “el sepulturero de la democracia fue uno de sus fundadores, Rafael Caldera, quien más veces había monopolizado la condición de candidato presidencial, siendo fundador y jefe histórico de uno de los partidos clásicos y quien ya había sido Presidente. Aquí ese rol lo juega Leonel Fernández, quien no sólo es uno de los fundadores activos de la democracia contemporánea sino el político activo que más periodos ha sido Presidente y que como Caldera, no admitió que le derrotaran y confrontaran en su propósito de volver a serlo”. Leonel Fernández ha sido presidentes en 3 oportunidades y aspira a una más, y de resultar favorecido, tendría derecho a una reelección inmediata.
Pero cómo evitar el suicidio de las élites. En Venezuela los empresarios se anularon. Los ricos se mataron entre sí. Los bautizamos los ricos bobos. Los medios pasaron a tomar un papel activo contra los partidos. Todo ello allanó el camino de Chávez. Y si bien no hay un Chávez en este momento en República Dominicana, ¿puede descartarse que no aparezca? ¿Puede descartarse el vengador en un país que ha sufrido una de las dictaduras más crueles y prolongadas del continente? Las élites se están comportando como en Venezuela.
Apunta la fuente que “el mundo empresarial e intelectual viene siendo portavoz y caja de resonancia de una campaña de descrédito de la política y los partidos. Estos empresarios y el mundo intelectual, han propiciado y difundido, una campaña de descalificación de los logros y realizaciones de la etapa democrática y de los logros de los partidos que han gobernado, en especial contra el PLD”.
Este discurso ha permeado hacia la clase media que es uno los factores más radicales en las protestas. Pasa también que en el país “existen unas desigualdades sociales mucho más profundas que las de la Venezuela de Acción Democrática y Carlos Andrés Pérez. Así que la fertilidad para el zarpazo final, en un futuro muy próximo, y a cargo del castrochavismo caribeño, está a la vuelta de la esquina. Los ricos y empresarios del gran capital y de los medios, siendo los más favorecidos del éxito de la democracia, están como ayer hicieron sus homólogos en Venezuela, cavando su tumba”.
Es cierto, no hay Chávez en República Dominicana. Pero no se descarta una afinidad y hasta un entendimiento entre Leonel Fernández y Diosdado Cabello, el número 2 del chavismo en Venezuela. Cabello no ha ocultado sus simpatías por Fernández. De modo que el populismo y la ambición de poder conducen a un líder político a extremos y a conseguir amigos y aliados donde nunca antes los imaginó.
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