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Contra el modelo unipolar: Xi Jinping le roba el show a BlackRock en Davos

 


No, la reunión virtual del Foro Económico Mundial esta semana no es el Gran Reseteo. Al menos no todavía. La agenda de la reunión de la que todo mundo está hablando sólo es el aperitivo hacia la apoteosis del Gran Reseteo en la reunión anual especial del Foro Económico Mundial, que tendrá lugar la próxima primavera en Singapur.

En el evento de esta semana, y ante la creciente desconfianza que hay en el mundo en relación al “Gran Reseteo” del imperio británico, las élites maltusianas de Davos decidieron empezar a llamarle “Gran Transición”, en vez de “Gran Reseteo”, seguramente para distraer a la gente y hacerles olvidar que lo que realmente buscan es desindustrializar y despoblar el planeta y ponerle bajo el yugo de un orden mundial totalitario.

Sin embargo, al valorar las intervenciones de los participantes en la reunión virtual, Helga Zepp-LaRouche advierte que el orden mundial unilateral de las “élites” parasitarias de Davos todavía NO es un hecho, pues hay señales de que está creciendo una oposición, centrada en China y Rusia, que incluye algunos elementos en Europa. 

 

A derrotar la ‘Gran Transición’ de Davos con el nuevo paradigma de LaRouche

Mientras que los fascistas utópicos de la élite corporativa globalista han estado planeando utilizar la actual conferencia de Davos como el momentum para instaurar su dictadura bancaria global para imponer un mortífero Nuevo Trato verde, hay señales de que está creciendo una oposición, centrada en China y Rusia, que incluye algunos elementos en Europa. Tras describir la conferencia —hasta ahora— como una “bolsa mixta”, Helga Zepp LaRouche dijo que los oligarcas de las altas finanzas, que promueven el crecimiento negativo y la reducción de la población, se han topado con la intención de las naciones líderes que no están dispuestas a renunciar a su soberanía en aras del “capitalismo de las partes interesadas”.

Tanto los presidentes Xi como Putin hicieron un llamamiento a la cooperación y a las soluciones multilaterales, y Xi afirmó que el modelo unipolar, que depende de enfrentar a las naciones entre sí, es anticuado. En lo que Zepp LaRouche calificó de “signo de los tiempos”, la canciller alemana Merkel apoyó a Xi en lo que respecta al multilateralismo, lo que, según ella, va en contra de la idea planteada por Biden de una “cumbre democrática” de todas las naciones contra China y Rusia.

Aunque se mostró cautelosamente optimista sobre el acuerdo Biden-Putin para ratificar un acuerdo NEW START por cinco años, dijo que el sermón de Biden a Putin sobre las cuestiones geopolíticas habituales muestra que sus partidarios siguen comprometidos con una orientación estratégica que podría llevar a la guerra.

Además, el hecho de que los países ricos no proporcionen ayuda a los países más pobres para combatir la pandemia de COVID-19 significa que, o forzamos un cambio de mentalidad, o la pandemia no será derrotada. La única solución a los problemas planteados por Xi y Putin en sus discursos es la plena aplicación del plan de Lyndon LaRouche de un acuerdo de las Cuatro Potencias para establecer un Nuevo Bretton Woods, y aplicar a escala mundial las Cuatro Leyes de LaRouche. Helga Zepp-LaRouche pide a los espectadores que se usan al Movimiento LaRouche para organizar esto y llevar a cabo el potencial de un sistema global que permita el desarrollo de todas las naciones.

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