Bajo la Lupa; 01.09.21
https://www.jornada.com.mx/2021/09/01/opinion/018o1pol
Tras la captura de Kabul por los talibanes y la
derrota deshonrosa de EU y la OTAN, el Banco Mundial (BM) cesó su ayuda a los
proyectos de Afganistán, pretextando preocupación por las “mujeres
(https://bbc.in/jySgFo)”.
¿De cuándo acá el BM se (pre)ocupa por el devenir
femenino en los países en vías de desarrollo?
En un movimiento de pinzas muy bien sincronizado, el
FMI suspendió sus pagos a Afganistán, mientras la administración
eApr) del devastado país –uno de los mas pobres del
mundo con un PIB de 20 mil millones de dólares al año– que destrozó aún más con
su fallida ocupación de 20 años. El boicot y las sanciones del BM y el FMI han
sumido en una peor crisis humanitaria a los 38 millones de afganos, cuya mitad
de la población tiene menos de 14 años. Who cares? ¿Por qué tanta saña del
Banco Mundial?
Planteo la hipótesis de que el BM resultó uno de los
principales derrotados de los organismos internacionales para rescatara
Afganistán, que posee en sus entrañas inmensas riquezas de litio
(https://bit.ly/3DCPVBk) y tierras raras (https://bit.ly/3Dw77Z0).
Bajo su esquema tramposo de inversiones
público-privadas (PP), que finalmente desembocan en una privatización
encubierta, como pretendió imponer en México con el agua, el BM tenía todo
preparado para catalizar la privatización del litio y las tierras raras
(https://bit.ly/3mO0uvb) y favorecer a las trasnacionales anglosajonas mediante
las lubricaciones de su ex empleado: el ex presidente afgano Ghani Ashraf que
se fugó con 169 millones de dólares para refugiarse en Dubái.
Según los acuerdos de Bretton Woods, el BM, con sede
en Washington, sería manejado por EU o uno de sus estados vasallos, mientras el
FMI, con sede en Washington, lo sería por un país europeo aliado.
Un megapeso pesado fue presidente del BM: el ex
secretario de Defensa, Robert McNamara, suegro nada menos que de Robert Pastor,
quien impulsó el concepto irrendentista de Norteamérica que deglute a México
(https://amzn.to/3yAZEUK) –por cierto, coeditado en español por el entreguista
ITAM (https://bit.ly/2Y4tjco)–. Hoy el presidente del BM es David Malpass,
subsecretario del Tesoro con Donald Trump.
El tránsfuga ex presidente afgano Ashraf obtuvo la
nacionalidad estadunidense, como sus dos hijos, y fue funcionario del BM a
partir de 1991 para realizar proyectos en Asia. A propósito, Ashraf fue muy
bien entrenado en un programa de liderazgo conjunto de la Escuela de Graduados
de Negocios de Stanford y el BM. Con la fuga también deshonrosa de Ashraf, se
cayeron los proyectos de privatización encubierta bajo el esquema PP del BM que
ha dejado huérfanas las inversiones para explotar los pletóricos tesoros de
litio y tierras raras de Afganistán.
Según Global Times, portavoz oficioso del Partido
Comunista Chino, tres días después de la captura de Kabul, comenta que “EU no
se encuentra en posición para interferir con la potencial cooperación entre
China y Afganistán sobre sus tierras raras (https://bit.ly/3kF2nHN)”. También
Global Times glosa que la riqueza mineral de Afganistán es vital (sic) para la
reconstrucción de la posguerra cuando “la batalla por sus pletóricos recursos
minerales apenas ha empezado (https://bit.ly/2V3Bvsp)”.
Once días después de la caída de Kabul, Forbes reportó
que “tres portaviones con docenas de aviones F-35 de EU se han reunido cerca de
China; escalan tensiones por Taiwán.El grupo de tres portaviones, con dos
cubiertas planas estadunidenses y una británica, se encuentra entre las
formaciones navales más poderosas que han aparecido en cualquier lugar del
mundo en muchos años (https://bit.ly/3gK59dR)”. ¡Mega uf!
EU perdió una batalla en Afganistán
(https://bit.ly/3jvteGU), pero aún no pierde su guerra con China. Falta mucho por ver.
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