Escrito por Piero Messina
¿Cuál es el objetivo geopolítico y geoestratégico del gobierno israelí hacia lo que queda de Palestina? ¿Qué quiere lograr Israel con este conflicto, que el propio Netaniayhu anuncia será largo y doloroso? Las FDI están atacando Gaza desde aire, tierra y mar. Los suministros, la electricidad y las conexiones se han visto casi completamente comprometidos y para entender lo que realmente está sucediendo habrá que esperar a que finalice esta fase del conflicto, una fase que para el Ministro de Defensa israelí aún no es una invasión terrestre.
Para cualquier analista militar ahora está claro que tal despliegue de fuerzas no sólo tiene como objetivo eliminar a Hamás. Entonces, ¿hasta dónde quiere llegar el gobierno de Tel Aviv?
Según algunos analistas, una de las opciones sobre la mesa es destruir la red subterránea de túneles, verdadero esqueleto del sistema operativo de Hamás. La idea sería inundar esos túneles. Al final de una operación de este tipo, se transformaría Gaza en un gigantesco lago de muerte y destrucción.
Si esta operación parece antihumana, hay un documento publicado recientemente por el think tank Misgav (Instituto para la Seguridad Nacional y la Estrategia Sionista) que pinta un objetivo político que nada tiene que envidiar a la “solución final” de la memoria nazi.
El documento está firmado por Amir Weitman, uno de los pensadores más influyentes del partido Likud. Weitaman es lo que en geopolítica se llama un Halcón. En su última aparición televisiva en Russia Today amenazó al gobierno ruso por el “supuesto” apoyo brindado por Moscú a Hamás. Además, Weitman añadió que una vez que se resuelva el expediente de Hamás, el gobierno israelí tendrá que garantizar que Rusia sea derrotada en Ucrania.
Pero el tono belicista de Weitman está diluido y parece tener poca importancia en comparación con su estrategia de posguerra en Palestina.
El documento firmado por Weitman para Misgav se titula “Plan para el reasentamiento y rehabilitación definitiva en Egipto de toda la población de Gaza”. En definitiva, Weitman plantea la hipótesis de una expulsión definitiva de los palestinos de esa tierra que acabaría quedando íntegramente bajo el control de Tel Aviv.
El primer objetivo fijado por el académico y político es de carácter militar: la guerra que libran las FDI “debe producir las condiciones apropiadas para que la población de Gaza pueda emigrar a Egipto”. Weitman también imagina poder alinear los intereses económicos y geopolíticos del Estado de Israel, Egipto, Estados Unidos y Arabia Saudita en este proyecto.
¿En qué datos basa el analista su proyecto: “en 2017, se informó que hay aproximadamente 10 millones de viviendas vacías en Egipto, de las cuales aproximadamente la mitad están construidas y la otra mitad en construcción, una enorme cantidad de viviendas construidas y vacías? apartamentos de propiedad estatal y privada y en áreas de construcción suficientes para albergar aproximadamente a 6 millones de habitantes”.
Weitman hace cuentas en el bolsillo de la población egipcia: “La mayoría de la población local no puede comprar apartamentos a pesar de su precio muy bajo (entre 150 y 300 dólares por metro cuadrado). El analista explica también lo que se podría ofrecer a los palestinos expulsados de sus tierras: “el coste medio de un apartamento de tres habitaciones y una superficie de 95 m2 para una familia media de Gaza de 5,14 personas asciende a unos 19.000 dólares. Teniendo en cuenta el tamaño actualmente conocido de toda la población que vive en la Franja de Gaza, que varía entre aproximadamente 1,4 y aproximadamente 2,2 millones de personas, se puede estimar que la cantidad total que se necesitará para financiar el proyecto será aproximadamente del orden de 5 a 8 mil millones de dólares, cifra que refleja un valor entre sólo el 1% y el 1,5% del PIB del Estado de Israel”. Weitman define el proyecto como “fácilmente financiado por el Estado de Israel”. Por lo tanto, según la tesis presentada sobre Misvag, Israel debería financiar al gobierno egipcio para comprar esas casas para la población palestina.
Para Weitman, así se resuelve el problema de la Franja de Gaza, “que durante años ha representado un obstáculo para la paz, la seguridad y la estabilidad no sólo en la Franja de Gaza, sino en todo el mundo”. Y es el propio analista quien señala su proyecto como una “solución innovadora, económica y sostenible”. Tras el análisis económico, Weitman también explica las razones geopolíticas a favor de su plan. “Para los países europeos – escribe el analista – los riesgos de inmigración ilegal se reducen. Arabia Saudita también se beneficiará significativamente de la medida porque la evacuación de la Franja de Gaza significa la eliminación de un importante aliado de Irán y una enorme contribución a la estabilidad de la región”.
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