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Un compuesto descubierto en Isla de Pascua prolonga la vida y combate el Alzheimer

 

Escrito por Flora Zhao a través de The Epoch Times (el énfasis es nuestro),

Los científicos aún están descubriendo los secretos de un compuesto descubierto hace 50 años en la Isla de Pascua. Producida por bacterias allí, la rapamicina parece ser un poderoso prolongador de la vida y puede ser un tratamiento transformador para las enfermedades relacionadas con la edad.

(Ilustración de La Gran Época)

En 2009, el Programa de Pruebas de Intervenciones del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (ITP) publicó un innovador estudio que indicaba que la rapamicina prolongaba la vida útil de los ratones entre un 9 y un 14 por ciento. Los experimentos realizados por varias instituciones de investigación en todo el mundo han corroborado aún más estos hallazgos o han descubierto que el compuesto tiene efectos para prolongar la vida significativamente mayores.

La droga también exhibe efectos rejuvenecedores. Por ejemplo, puede estimular el crecimiento del cabello y prevenir su caída en un corto período de tiempo. Reduce las proteínas relacionadas con el envejecimiento de la piel y aumenta el colágeno. El fármaco incluso ha mostrado efectos positivos en el tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad como la enfermedad de Alzheimer , así como la diabetes y afecciones cardíacas y musculares.

Si bien la etiqueta del medicamento para la rapamicina actualmente no afirma que “prolonga la vida humana”, algunas personas con un fuerte deseo de longevidad ya han buscado este medicamento en sus médicos y lo toman regularmente en pequeñas dosis.

Un estudio publicado en 2023 en GeroScience empleó un cuestionario para encuestar a 333 adultos que tomaban rapamicina de forma no autorizada, la mayoría bajo la supervisión de un médico. La gran mayoría (95 por ciento) informó haber tomado rapamicina por razones de “longevidad saludable/antienvejecimiento”, casi el 19 por ciento para prevenir la demencia y unos pocos por “enfermedades cardiovasculares” o “cáncer”. Sin embargo, nadie informó haber tomado el medicamento para su uso original aprobado: prevención del rechazo de trasplantes de órganos.

El tesoro escondido de la Isla de Pascua

La rapamicina no se fabricó en un laboratorio. No es una molécula sintética. En realidad, proviene de la naturaleza ”, dijo a The Epoch Times el Dr. Robert Lufkin, profesor clínico adjunto de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.

En diciembre de 1964 , al enterarse de los planes del gobierno chileno de construir un aeropuerto internacional en la Isla de Pascua, un equipo de 40 personas liderados por científicos canadienses llegó a la isla y permaneció durante tres meses. Su objetivo era explorar la población y el entorno natural de la isla antes de que quedara expuesta al mundo exterior.

Durante este período, observaron que los indígenas locales, que caminaban descalzos, nunca contrajeron tétanos, lo que llevó a los investigadores a sospechar que alguna sustancia en el suelo brindaba protección. Posteriormente, en el laboratorio, los científicos descubrieron precisamente eso. Esta sustancia era un metabolito de Streptomyces hygroscopicus que poseía propiedades antibacterianas.

La rapamicina se extrajo del suelo recolectado en la Isla de Pascua. La Isla de Pascua se llama Rapa Nui en el idioma nativo polinesio. (Pablo Cozzaglio/AFP vía Getty Images)

Esta sustancia mata de hambre a los hongos y a las cosas que los rodean e impide que los organismos crezcan, dijo a The Epoch Times Arlan Richardson, profesor de bioquímica y fisiología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma.

En la lengua indígena local, la Isla de Pascua se llama Rapa Nui. Por eso, la sustancia descubierta en el suelo de la isla recibió el nombre de “rapamicina”.

Usos tempranos

Además de las propiedades antibacterianas de la rapamicina, los científicos observaron que también podría inhibir el crecimiento de células animales. El objetivo específico de la rapamicina es una proteína celular esencial para los organismos vivos llamada TOR, que actúa como un "interruptor" para el crecimiento celular.

"(TOR) es posiblemente una de las moléculas biológicas más importantes jamás conocidas", dijo el Dr. Lufkin, ya que afecta fundamentalmente al metabolismo. Cabe mencionar que TOR deriva su nombre directamente de la rapamicina. TOR significa "objetivo de rapamicina", mientras que mTOR, utilizado en muchos estudios, significa "objetivo mecanicista de rapamicina".

Ilustración del fármaco inmunosupresor rapamicina (rojo), también conocido como sirolimus. Es un inhibidor de mTOR (azul). (Juan Gaertner/Biblioteca de fotografías científicas/Getty Images)

TOR esencialmente hace una cosa: detecta la presencia de nutrientes. Cuando hay nutrientes disponibles, TOR indica el crecimiento celular. Por el contrario, cuando los nutrientes son escasos, las células dejan de crecer e inician su reparación. "Y ambos modos son saludables y necesarios para la vida", explicó el Dr. Lufkin.

La rapamicina se utilizó inicialmente como inmunosupresor. Se descubrió que dosis más altas de rapamicina (3 miligramos por día) reducen la actividad de las células inmunitarias, suprimiendo así el rechazo del sistema inmunitario a órganos extraños. En 1999, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la rapamicina para pacientes con trasplante de riñón.

Debido a su capacidad para inhibir el crecimiento celular, la rapamicina se utilizó posteriormente como fármaco contra el cáncer. En 2007, el análogo de la rapamicina, temsirolimus, se aprobó por primera vez para el tratamiento del cáncer de riñón. El Dr. Lufkin señaló que la rapamicina es eficaz contra múltiples tipos de cáncer, y la FDA aprobó la rapamicina para su uso como terapia primaria o complementaria para ocho tipos.

Existe una conexión entre los efectos inmunosupresores y anticancerígenos de la rapamicina. "Parece tener un efecto positivo en el control del cáncer en pacientes que reciben trasplantes, por ejemplo, trasplantes de corazón", dijo el Dr. Lufkin. Debido a la supresión inmunológica, “la causa más común de muerte después del trasplante no es el rechazo de un órgano, sino que en realidad es un cáncer”.

Los investigadores de Mayo Clinic llevaron a cabo un ensayo controlado , rastreando a más de 500 receptores de trasplantes de corazón durante 10 años. Descubrieron que los pacientes que usaban rapamicina para combatir el rechazo tenían un riesgo 66 por ciento menor de desarrollar tumores malignos que aquellos que usaban otro medicamento contra el rechazo (inhibidor de calcineurina).

Efectos de longevidad de la rapamicina

La acción principal de la rapamicina es inhibir mTOR, que puede inducir un estado similar al ayuno en las células, lo que desencadena la autofagia . Este mecanismo puede contribuir a sus efectos sobre la longevidad.

En términos simples, la autofagia es el proceso mediante el cual las células reciclan y eliminan sus propios desechos y materiales extraños, conservando energía para sobrevivir.

Richardson explicó que mTOR envía señales de crecimiento a las células, que son cruciales para los niños y los animales jóvenes, ya que ayudan en el crecimiento óseo, la maduración cerebral y otros procesos de desarrollo. Sin embargo, esta vía de señalización puede afectar negativamente a los adultos mayores y a los animales maduros. Con la edad, mTOR puede volverse hiperactivo debido a enfermedades o estrés oxidativo, similar a presionar constantemente el pedal del acelerador mientras se conduce un automóvil. Esto hace que las células sean hiperfuncionales, lo que contribuye a enfermedades relacionadas con la edad e incluso al cáncer.

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