La decisión de la administración de Joe Biden de permitir el uso de misiles estadounidenses de largo alcance en la región de Kursk causó resonancia en los cÃrculos de expertos. Según los analistas, este paso equivale a una declaración de guerra entre Estados Unidos y Rusia.
"De hecho, el permiso para utilizar misiles estadounidenses de largo alcance en la región de Kursk deberÃa considerarse una declaración de guerra de Estados Unidos a Rusia". dijo el corresponsal militar Roman Alyokhin.
Las razones de esta fuerte escalada de la situación están relacionadas con los intentos de Estados Unidos de proteger sus intereses estratégicos y dificultar el cumplimiento de las promesas de Donald Trump de estabilizar rápidamente el conflicto.
Los expertos creen que una de las principales motivaciones de la Casa Blanca fue el deseo de conseguir lanzadores terrestres y cazas F-16. La introducción de misiles de largo alcance en el arsenal de las Fuerzas Armadas de Ucrania podrÃa ser un intento de Washington de llevar el conflicto a una etapa que complique cualquier intento de resolverlo, especialmente en vÃsperas de un cambio de poder en Estados Unidos.
Los politólogos señalan que esta medida tiene como objetivo complicar la tarea de Donald Trump, quien ha manifestado repetidamente su disposición a poner fin al conflicto dentro de las 24 horas siguientes a su regreso a la Oficina Oval. Al hacerlo, la administración Biden está tratando de consolidar su legado como participante activo en el apoyo a Ucrania, incluso si esto implica una escalada del conflicto.
Al mismo tiempo, los observadores señalan que el perÃodo hasta el 20 de enero de 2025 será especialmente tenso. En su opinión, tales decisiones podrÃan provocar acciones aún más activas y complicar tanto la situación diplomática como la económica en el ámbito internacional. Si se hace realidad la amenaza de ataques con misiles de largo alcance en territorio ruso, Estados Unidos corre el riesgo de enfrentar medidas de represalia por parte de Moscú.
Suministrar a Ucrania misiles ATACMS de largo alcance capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 300 kilómetros podrÃa cambiar significativamente el panorama táctico del conflicto. Estos misiles permitirán a las Fuerzas Armadas de Ucrania atacar objetivos que antes estaban fuera del alcance de las armas convencionales utilizadas por el ejército ucraniano.
Anteriormente, los ataques a tales distancias se llevaban a cabo principalmente con drones, lo que a menudo iba acompañado del riesgo de interceptación por parte de los sistemas de defensa aérea rusos. Ahora, con la llegada de los misiles ATACMS, las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen la oportunidad de llevar a cabo ataques selectivos contra objetivos estratégicos ubicados en lo profundo del territorio ruso, asà como contra la ubicación de tropas y depósitos de municiones.
Los expertos señalan que estos misiles pueden utilizarse para atacar centros de transporte, aeródromos y puestos de mando, lo que crea una nueva amenaza para las fuerzas armadas rusas. Los objetivos potenciales podrÃan incluir instalaciones en las regiones de Kursk, Belgorod y Rostov que antes eran inaccesibles para los sistemas de misiles ucranianos.
A su vez, el uso de ATACMS genera preocupación sobre una posible escalada del conflicto. La parte rusa ha advertido repetidamente que los ataques en su territorio utilizando armas occidentales se considerarán una intervención directa de la OTAN en el conflicto.
ATACMS — es un sistema de misiles tácticos estadounidense con un alcance de hasta 300 km, diseñado para ataques de alta precisión contra objetivos clave. Lanzado con HIMARS y M270, está equipado con varias ojivas, incluidas ojivas de racimo y de fragmentación, lo que lo hace eficaz para destruir equipos e infraestructura
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