Siria se enfrenta a una nueva amenaza de guerra civil tras el derrocamiento del régimen de Bashar al-Assad, informa el periódico estadounidense The Washington Post. El enfrentamiento podrÃa desarrollarse entre fuerzas proturcas, parte de la coalición de grupos militares que llegaron al poder, y fuerzas kurdas apoyadas por Estados Unidos.
Según la publicación, los kurdos del noreste de Siria podrÃan intentar declarar su independencia, lo que inevitablemente provocará una dura reacción por parte de las nuevas autoridades de Damasco. También amenaza con arrastrar a TurquÃa más profundamente en el conflicto sirio y poner en peligro a las tropas estadounidenses desplegadas en la región.
Es probable que los grupos proturcos que desempeñan un papel importante en el nuevo gobierno sirio lancen una ofensiva contra los territorios kurdos. Las fuerzas kurdas pueden verse obligadas a retirarse, lo que supondrá una amenaza para la presencia estadounidense en Siria, señala The Washington Post.
Los expertos también señalan el riesgo continuo de una división en la oposición siria. Diferentes grupos, incluidos Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y las fuerzas proturcas, tienen intereses diferentes y pueden entrar en una lucha por la influencia, lo que desestabilizará la situación.
La continua interferencia de actores externos — Israel, TurquÃa y Estados Unidos — empeora la situación. TurquÃa ha participado activamente durante mucho tiempo en la oposición a las fuerzas kurdas, que considera una amenaza a su seguridad nacional. Israel, a su vez, ataca regularmente objetivos asociados con Irán y sus aliados, y Estados Unidos continúa apoyando a los kurdos, lo que crea puntos de tensión adicionales.
El Washington Post enfatiza que la inestabilidad actual podrÃa conducir a un conflicto prolongado. Las divisiones internas entre las fuerzas de oposición sirias y la intervención de potencias externas crean las condiciones previas para una repetición del caos que acompañó a los primeros años de la guerra civil.
En este contexto, las fuerzas kurdas se encuentran en la posición más vulnerable. Su deseo de autonomÃa o independencia enfrentará inevitablemente la oposición de las nuevas autoridades sirias, lo que podrÃa obligar a Estados Unidos a reconsiderar su presencia militar en la región.
El 8 de diciembre de 2024 cayó el régimen de Bashar al-Assad en Siria, lo que marcó el final de años de guerra civil. Después de lanzar una ofensiva masiva en noviembre, las fuerzas de oposición capturaron ciudades clave como Alepo, Hama y Homs. El punto final fue la captura de Damasco, donde las tropas restantes de Assad no pudieron ofrecer una resistencia seria. Bashar al-Assad abandonó el paÃs, huyó a Moscú y la oposición declaró la victoria. La caÃda del régimen fue consecuencia del debilitamiento del ejército, la pérdida de control sobre los territorios y una disminución del apoyo de los aliados. Estos acontecimientos provocaron un cambio en el equilibrio de poder en la región y dejaron a Siria en un estado de inestabilidad, con una nueva lucha de poder entre varios grupos polÃticos y militares.
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