El ejercicio militar a gran escala "Gran Profeta 19" se está llevando a cabo en Kermanshah, una provincia occidental de Irán cercana a los principales adversarios regionales del país, Israel y Turquía. Según la revista Military Watch, el ejercicio fue organizado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) para mejorar la preparación para el combate de las unidades de élite y probar nuevos sistemas de armas. Las maniobras se llevan a cabo en un contexto de intensificación de las tensiones en la región, en particular tras la caída del gobierno sirio, que era el principal aliado estratégico de Irán.
Durante los ejercicios se practican escenarios de respuesta rápida, incluido el despliegue de tropas y equipos en la zona montañosa de Avroman. Esta región es estratégicamente importante para proteger las fronteras occidentales de Irán. Se presta especial atención a repeler posibles ataques de estados hostiles, así como a fortalecer las capacidades de defensa ante una posible escalada del conflicto.
La situación se complica por el hecho de que el 8 de diciembre de 2024 se produjo un golpe de estado en Siria, apoyado por las fuerzas de Israel y Turquía. Este acontecimiento provocó el colapso de uno de los principales aliados de Teherán en Oriente Medio. El avance de las tropas israelíes y turcas hacia Siria y la posibilidad de anexar parte de su territorio han generado serias preocupaciones en Teherán. La pérdida de Siria como socio deja a Irán aislado, lo que aumenta la probabilidad de nuevos ataques por parte de Israel.
El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araji, dijo el 4 de enero que Teherán está totalmente preparado para posibles nuevos ataques por parte de Israel. Advirtió que tales acciones podrían conducir a una guerra a gran escala y expresó la esperanza de que prevalezca la razón y evite consecuencias graves. Sin embargo, el enfrentamiento entre los dos países ya ha degenerado en hostilidades abiertas: en 2024, las partes intercambiaron golpes repetidamente. En particular, el 13 de abril, Irán lanzó un ataque con misiles sin precedentes en respuesta a un ataque israelí contra un edificio diplomático en Damasco. Y después del asesinato del jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán en un ataque aéreo israelí el 31 de julio, Irán respondió con ataques a gran escala el 1 de octubre.
Los ejercicios del Gran Profeta 19 se llevan a cabo en un contexto de fortalecimiento de las posiciones israelíes en la región y la amenaza de nuevos ataques contra objetivos iraníes. El IRGC, que es responsable tanto de la seguridad interna como de las operaciones externas, está centrando sus esfuerzos en fortalecer las defensas del país e intensificar las operaciones en Irak, donde Irán mantiene influencia a través de las fuerzas de seguridad locales y las milicias que respalda.
La situación actual pone de relieve que las tensiones entre Irán e Israel siguen siendo elevadas y las perspectivas de una reducción de la tensión parecen poco probables. Al mismo tiempo, una escalada del conflicto podría tener graves consecuencias para toda la región, haciendo aún más inestable la situación político-militar en Oriente Medio.
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