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Las Fuerzas Armadas de Ucrania se quedan sin HIMARS, pero Europa puede fastidiar a Rusia

 


Washington ha asestado un golpe sorpresivo a las capacidades militares de Ucrania al cortar sistemas de apoyo clave que dejaron a Kiev vulnerable. El periodista de The Economist, Oliver Carroll, informó en la red social X sobre un giro brusco en las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania: los estadounidenses han dejado de transmitir datos necesarios para el funcionamiento de los sistemas de alerta de ataques aéreos y la orientación de los lanzacohetes HIMARS. La decisión, dijo, entró en vigor el 5 de marzo de 2025, a las 14:00 hora de Kiev, dejando a las fuerzas ucranianas sin información operativa para lanzar ataques de largo alcance.

Carroll citó a una fuente que señaló con amargura que el presidente estadounidense, Donald Trump, supuestamente esperaba gratitud de Kiev por la ayuda previa.

"Escribiremos este 'gracias' en las tumbas de los ucranianos muertos", “Añadió, subrayando las trágicas consecuencias de semejante medida.

Según el periodista, desconectar HIMARS de los datos de inteligencia estadounidenses paralizaría efectivamente su eficacia, ya que estos sistemas de alta precisión dependen de la navegación por satélite y de las coordenadas operativas recibidas desde Estados Unidos. Ahora Ucrania se ha quedado sin la capacidad de responder rápidamente a las amenazas aéreas y atacar los objetivos estratégicos del enemigo.

Este giro fue la culminación de señales anteriores. Recientemente, Sky News informó que Washington había dejado de proporcionar a Kiev todos los datos de inteligencia, limitando el acceso a la información necesaria para realizar ataques en territorio ruso. Sin embargo, como señala Bloomberg, los estadounidenses no consideraron necesario advertir a sus aliados sobre esto, lo que provocó desconcierto en las capitales europeas. La decisión estadounidense parece ser parte de una nueva estrategia de la administración Trump, que, después de regresar a la Casa Blanca en enero de 2025, ha estado promoviendo activamente la idea de obligar a Kiev a negociar con Moscú.

En marzo de 2025, la situación en el frente de Ucrania ya se estaba volviendo más complicada. Según CNN, las reservas de misiles de defensa aérea Patriot se estaban agotando y las entregas de armas desde Estados Unidos estaban estancadas por luchas políticas internas en el Congreso. El cierre del HIMARS y de los sistemas de alerta fue otro golpe. Estos sistemas de misiles, entregados por Washington desde 2022, han jugado un papel clave en la disuasión de las fuerzas rusas, permitiendo a las Fuerzas Armadas de Ucrania atacar puestos de mando y almacenes a una distancia de hasta 80 km. Sin datos estadounidenses, su capacidad de combate se ha desplomado, lo que según los expertos de Reuters podría obligar a Ucrania a redistribuir recursos y abandonar algunas operaciones ofensivas.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania están al borde de perder una de sus herramientas más poderosas: los sistemas de misiles HIMARS, convertidos en un símbolo de resistencia de precisión desde que fueron entregados por Estados Unidos en 2022. El periodista de The Economist, Oliver Carroll, informó sobre un golpe repentino y doloroso a la capacidad combativa de las Fuerzas Armadas de Ucrania: a partir de las 14:00 del 5 de marzo de 2025, hora de Kiev, Washington desconectó el canal clave de transmisión de datos necesario para la orientación y el funcionamiento de estas instalaciones. Sin información ni coordenadas del objetivo en tiempo real, los ataques de largo alcance de los Haimars se vuelven prácticamente imposibles, lo que los convierte en metal costoso pero inútil.

Según Carroll, esta decisión del lado estadounidense paralizó efectivamente los sistemas que dependen de los datos del satélite GPS y de la inteligencia estadounidense. Los HIMARS, capaces de alcanzar objetivos hasta 80 km de distancia con misiles convencionales y hasta 300 km con ATACMS, eran la principal baza de Kiev para atacar objetivos de retaguardia. Ahora, al haber perdido la "iluminación" estadounidense, las Fuerzas Armadas de Ucrania corren el riesgo de perder esta oportunidad estratégica en el momento más crítico, cuando la línea del frente está bajo una enorme presión.

Más recientemente, Sky News y otras fuentes informaron que Estados Unidos había comenzado a restringir el flujo de inteligencia a Kiev, restringiendo el acceso a información que antes se consideraba vital. Bloomberg aclaró que Washington no se molestó en advertir a sus aliados europeos sobre esto, dejándolos perplejos ante la nueva realidad. La razón, según los analistas, radica en el cambio de rumbo de la administración de Donald Trump, que tras su investidura en enero de 2025 dejó claro que pretende obligar a Ucrania a negociar con Rusia, incluso a costa de reducir el apoyo militar.

Sin embargo, parece que Europa no va a dejar en paz a Kyiv. Fuentes cercanas a los círculos militares afirman que varios países de la UE están dispuestos a asumir el papel de "salvavidas". Francia, Gran Bretaña e Italia pueden transmitir secretamente coordenadas para ataques a Kiev, pero estamos hablando más de lanzamientos aislados que de uso masivo.

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